martes, 31 de agosto de 2021

REMAKING OFF

Sirva de excusa para volver a prodigarme en rajadas varias, la revisión por enésimoquinta vez de Scarface, la de De Palma, merecedor por otra parte del galardón al gran copión de la historia del cine. "Gran" porque lo hace como nadie y porque copia a los grandes maestros sin rubor, con la cabeza alta.

Decía, que revisando Scarface, la de De Palma, se me pasaban por la cabeza la cantidad ingente de remakes con los que nos bombardea la maquinaria americana y que en su enorme mayoría son, además de ineficaces comercialmente, artísticamente ridículos.

No es el caso de Scarface, de la que estoy convencido Howard Hawks se sentiría orgulloso por ser una versión actualizada y ampliada de su Toni Camonte, pero como no pretendo, parafraseando al mejor Lobo del celuloide, empezar a chuparle la polla a ningún encumbrado y reconocido personaje de la gran pantalla, sino todo lo contrario, voy a hacer un repaso de los, a mi juicio, peores e innecesarios remakes de la historia del cine.


1- PSYCHO: El primero de la lista, por osado, vacuo, insultante y coloreado calco de la obra cumbre del más célebre gordito misógino. No tengo argumentos ni palabras para definir semejante atrocidad. Muy necesitado debería estar Gus Van Sant para destruir de esta manera su bien merecido prestigio como cineasta. Aunque años más tarde enderezara el rumbo con magníficas obras como Elephant o Last Days, el daño ya estaba hecho y Psycho permanecerá en nuestras memorias como la película que nunca debió rodarse.


Debo reconocer que nunca vi más allá de los primeros 20 minutos. Evité ver la secuencia del baño para no dañar irreversiblemente mi, ya de por sí, perjudicada salud mental.

Copia exacta, plano tras plano, frase a frase de una de las más grandes obras maestras cinematográficas.
Innecesaria y ofensiva hasta la extenuación.


2- VANILLA SKY: Imagino que a esas alturas Amenábar ya sabía que puerta o bragueta tocar para llegar a lo más alto y cuando vio la oportunidad de adentrarse en la meca del cine, no la desaprovechó. El (des)afortunado mecenas fue Tom Cruise que financió y protagonizó el remake del 2º largo del oscarizado director, Abre los Ojos.


El resultado es risible.

Abre los Ojos ya mostraba muchas deficiencias, como el flojísimo elenco actoral, (me comprometo a escribir algún día sobre Eduardo Noriega y su impertérrito rostro) de la que sólo se salva Najwa Nimri, o el facilón y decepcionante final que lo transporta a ese lugar donde se archivan los grandes desenlaces, como el de Los Serrano.
Pues Vanilla Sky además, tiene a Tom Cruise.


3-LA GUERRA DE LOS MUNDOS: Spielberg no se caracteriza precisamente por arriesgar y transgredir pero hay algo que es innegable: Sabe darle al público lo que necesita, lo que en esencia se espera del cine. Espectáculo y diversión.

Spielberg maneja a la audiencia con una narrativa impecable. Domina la creación de atmósferas a través de la música y los efectos de sonido. Como olvidar la banda sonora de Tiburón, la gran secuencia de las duchas de La Lista de Schindler o la de la aparición en escena del Tiranosaurio de Jurassic Park.

Conoce perfectamente qué tecla tocar y en qué momento para mantener al espectador inmóvil en la butaca y conducirlo hasta donde le conviene. Me gusta Spielberg, sí, qué pasa. Me gusta incluso Amistad, que ya es decir.

Leía en un Fotogramas que todos los grandes directores tienen una película en blanco y negro. Me atrevo a añadir que todos los grandes directores tienen también un bodrio (como mínimo) en su filmografía.


La Guerra de Los Mundos es el borrón en el expediente de Spielberg. Que si el conflicto paterno-filial más que sobado, que si el patriotismo abusivo con destellos de esa obra maestra que es Independence Day, que si el feliz reencuentro familiar final... Dicen que es más fiel a la novela de H.G. Wells que su antecesora pero, francamente, aquélla me atrapó y ésta me decepcionó soberanamente.
Y encima, tiene a Tom Cruise.


4-KING KONG: Me meto en terreno pantanoso porque ni yo mismo sé por qué voy a criticar a Peter Jackson pero, hay que reconocerlo, aquí se equivoca.
Subrayaba en una entrevista el neozelandés, que la obra que le incitó a convertirse en cineasta fue King Kong y que su sueño sería volver a rodarla. Bien, pues lo hizo. Imagino que amparado en el status que te otorga haber sido capaz de adaptar (y de qué manera) la trilogía de Tolkien. Visualizo a Jackson discutiendo con los productores: "si no me dejáis hacer otro King Kong me enfado y no hago El Hobbit!"  y claro, ante tal amenaza, los productores tuvieron que ceder y concederle el capricho al nene.




Porque no deja de ser eso, un capricho. Ni mejora la original (obvio la que protagonizó Jessica Lange y Jeff Lebowsky) ni es destacable técnicamente. Sólo es un amasijo de fuegos artificiales, excesivamente paisajística y larga. Los dinosaurios los habíamos visto ya hace 10 años en Jurassic Park, la Motion Capture del gorilón ya la vimos con Gollum y el King Kong primigenio es inmejorable.

En definitiva, que Jackson muestra con este remake un exceso de vanidad y egocentrismo, de grandilocuencia narrativa y de abuso de la infografía.
Afortunadamente no tiene a Tom Cruise. Aunque Jack Black se le acerca bastante.


5- FUNNY GAMES: El artífice de esta(s) película(s), Michael Haneke es una bocanada de aire fresco en los tiempos que corren pero venderse por un puñado de dólares y fotocopiar su obra original para poder proyectarla en el mercado americano y abrirse en canal a las demandas de Hollywood es cuanto menos, cuestionable.

Lo triste es que las dos películas son tremendamente buenas por separado, y a pesar de que el elenco actoral de la 2ª es formidable con un Michael Pitt a la cabeza que rezuma sadismo por sus poros, no guarda el elemento sorpresa de la original ni el sabor a cosecha propia.
Quizá si la cronología de los filmes se hubiera invertido, el Funny Games made in USA, sería película de cabecera de muchos. Una historia de esas características encaja perfectamente en terreno americano y las parejas protagonistas son infinitamente mejores que sus antecesoras. Al niño ni lo nombro, por algo es el primero en morir.

Lamentablemente es una copia exacta de una película que en su estreno causó admiración y odio a partes iguales. A lo Pulp Fiction.


6-EL PLANETA DE LOS SIMIOS: Lo decía antes, todos los grandes tienen un bodrio en su curriculum. La versión de El Planeta de los Simios que perpetró el tétrico y gótico Tim Burton es su borrón en el expediente. Aburrida, larguísima, narrativamente plana, sin ritmo, con un actor protagonista mediocre, con grandes actores maquillados hasta el cogote que se ven obligados a sobreactuar para destacar bajo tanto potingue. Tediosa.

                                       

Recuerdo en el estreno de Mars Attacks que Burton confesaba haber cogido un puñado de cromos de su infancia, esparcirlos por la habitación y construir el story board de la película a partir de ellos. El resultado fue un film tan gracioso como simple, sin ninguna pretensión.
En este caso, parece que Burton hubiera repetido el proceso. Haber recortado en fotogramas la película de Heston, esparcirla por su habitación, cagarse encima y rodarla.

El remate hubiera sido contar con Tom Cruise entre el reparto pero nos tuvimos que conformar con Mark Walhberg luciendo tipín, que no es poco.


7-LA ÚLTIMA CASA A LA IZQUIERDA: Ésta es de mis preferidas. El recientemente desaparecido y al que profeso un profundo respeto, Wes Craven, debutó con esta cinta llena de polémica por la crudeza de sus imágenes. Una explícita violación a una joven y una amputación de pene durante una felación como guindas de un pastel de difícil digestión para la sociedad americana de 1972.

La película original no era buena, hay que admitirlo, pero sirvió para poner a Craven bajo el foco por la brutalidad y realismo con los que impregno la cinta. Además, cuenta con el (dudoso) honor de ser el creador de la idea original.
El remake mantiene el espíritu de la primera, o sea que es mala, pero peor. Personajes desdibujados, sin chicha, planos como los Monegros. Guión torpe y lineal con diálogos soporíferos, centrando la atención en la venganza como único hilo conductor. Vamos, que uno empieza a verla y desde el minuto cero sabe que los malos la van a liar y que van a acabar muriendo a manos de los buenos, como venganza por haberles hecho sufrir un sinfín de perrerías. 

Y nada más que ofrecer tiene este engendro, ni siquiera las escenas mas duras tienen la aspereza de la original. En épocas de Saw(s) y Hostel(s) ya no impresionan ni a la yaya. Que ya no estamos en 1972.

Debió ver el director de este truño (que no sé quién es ni falta que hace) que se podía remakear a Wes Craven de forma decente y digna como hiciera Alexandre Aja con Las Colinas Tienen Ojos, pero ni La Última Casa a La Izquierda es Las Colinas Tienen Ojos, ni él es Alexandre Aja. Todo mal.


Hollywood sigue y seguirá engrasando su maquinita de hacer dinero con el aceite que extraen de prensar películas que han tenido impacto en el pasado. Seguirán atiborrándonos de remakes, reboots, revisiones, director's cuts y mandangas varias. Lamentable y mayoritariamente, estas bazofias encuentran su público y rentabilizan las inversiones realizadas así que, ¿por qué parar?.

Y hasta aquí. Lo mismo otro día hago un remake de este post y añado contenido extra. O una 2a parte, no sé qué será peor.