domingo, 29 de enero de 2012

EL TALENTO DE MR. RIDLEY

O lo que queda de él, porque cada vez que veo el nombre de Ridley Scott en una película, espero que el inglés haya vuelto por sus fueros y nos deleite con una de esas obras que perduran y maduran con el tiempo, pero no.

Ésta vez el fiasco ha sido Red de mentiras.


Un reparto estelar encabezado por DiCaprio, que se sabe rodear de grandes realizadores para sacar lo mejor de sí, acomparsado por un enorme (en todos los sentidos) Russell Crowe, y dirigidos por un virtuoso del medio como Ridley Scott, hacen presagiar una de las películas del año. Y de eso, nada.
En seguida se adivina que del hombre que creó obras maestras como Alien o Blade Runner queda poco. La película se pierde entre países musulmanes y nombres árabes. Entre escenas efectistas (véase el atentado en Amsterdam) y golpes de efecto de serie B, como la salvación in extremis del prota.
Por si esto fuera poco, al final el film se deshace en una historia de amor entre DiCaprio y una bella enfermera que lo rebaja a la categoría de melodrama.

Lo peor de todo, es que al bueno de Ridley se le nota falto de ideas. Primero al utilizar un tema ya explotado, con mucho acierto, en Black Hawk Down. Segundo por acercarse a los convencionalismos más clásicos en lugar de romper clichés, como ya hiciera en Thelma y Louise, por decir alguna. Sirva de ejemplo el momento en que DiCaprio acaba renunciando a su labor de agente de la CIA, con un discurso que John Rambo habría resumido con su "Ésta no es mi guerra".

Pero todavía hay más... ¿nadie ve en la pareja Crowe-DiCaprio a la otra pareja de espías formada por Robert Redford y Brad Pitt de Spy Game? Porque si es preocupante que Ridley haya perdido su genio, peor todavía es que se dedique a copiar. Aunque igual ha contado con el permiso familiar, ya que recordemos que Spy Game está dirigida por el hermanísimo, Tony Scott.

Es una lástima que repasando la filmografía de Ridley Scott encontremos grandes clásicos como las mencionadas Alien, Blade Runner o Thelma y Louise y otras películas, no tan grandes pero muy correctas, como Gladiator, Black Hawk Down o American gangster, al lado de títulos tan olvidables como Un buen año, Hannibal, La teniente O'Neil, Tormenta blanca o esta Red de mentiras.


Aunque no todo es malo en Red de mentiras. Russell Crowe es un secundario magistral y sus escenas están cargadas, con gran sutileza, de una doble moral, y es que mientras Crowe lleva a sus hijos al colegio o les acompaña a un partido, en la otra punta del mundo, niños rebuscan en la basura por culpa de una guerra que el gobierno americano para el que trabaja se encargó de provocar.

A pesar de eso, Red de mentiras fracasa estrepitosamente y uno no puede dejar de pensar que lo que ha generado Ridley Scott, contando con actores de prestigio y con todos los medios y caprichos que una grande como la Warner Bros. puede proporcionar, no es más que eso, una gran mentira.

3/10

PEQUEÑO GRAN TORINO

No se me ocurre mejor manera de empezar este blog que poniendo a parir a uno de los intocables de Hollywood. Uno de esos personajes que crítica y público se empeñan en elevar a los altares cada vez que tose. Y no digo que muchas veces no tengan razón, pero parece que, por inercia, se esfuerzan en buscar la obra del genio artesano donde sólo hay el trabajo en serie de un obrero.

El 2008 ha sido un año fructífero para Clint Eastwood con 2 películas más en su currículum. La primera, El Intercambio, diseñada para competir por los Oscars y que tuvo que conformarse con un grandísimo rosco. La segunda, Gran Torino, su adiós delante de las cámaras.


Y es una lástima que tengamos que despedirnos de la interpretación de "el Jefe" Eastwood, con esta autoparodia del que fuera uno de los grandes iconos de ficción de los 70, Harry Callahan. Para algunos el Fuerte y para otros el Ejecutor pero sobretodo y para todos, el Sucio.

A pesar de que el mismo Eastwood se haya cansado de desmentir que el film trate sobre la jubilación de Mr. Callahan, al visionar Gran Torino no podemos dejar de imaginar, que quien se encuentra en su porche bebiendo cerveza y limpiando su rifle, junto a ese perro que parece ser el único ser vivo que le soporta (y a quien soporta), no es Walt Kowalsky sino el cabrón de Harry buscando algo o alguien que pudiera "alegrarle el día".

Leía, a propósito del estreno en España de Gran Torino, una entrevista donde le preguntaban al Jefe si había querido resucitar a Harry Callahan para darle al personaje un final cinematográfico, pero Clint insistía en su negativa, a la vez que justificaba su omnipresencia interpretativa en la película, argumentando que era un papel que le apetecía mucho explorar...

Pues no me lo creo. ¿Por qué volver a interpretar un papel que ya había hecho en numerosas ocasiones? ¿Qué matices podría encontrar en Walt Kowalsky que no hubiera explotado ya en "Por un puñado de dólares" o en la trilogía de Harry?

Si tuviera que dar una respuesta diría que el viejo Clint ha querido rendirse un merecido autohomenaje a través de su personaje más carismático. Estupendo, me parece una dignísima forma de cerrar su etapa interpretativa pero hombre, no nos cuente milongas señor Eastwood, que no cuela.

Ése es el primero de los problemas que tiene Gran Torino; las expectativas que se generan al creer que vamos a ver una versión revisada y ampliada de Harry Callahan. Harry el Viejo en esta ocasión.
El segundo, que a pesar de todo el ruido que se genera alrededor de cada nueva creación del Jefe, Gran Torino es un título menor en su filmografía. La ventaja con la que cuenta Clint Eastwood es que todo lo hace bien, como los grandes. Y como un grande (y con sabor a clásico) se puede permitir esos lujos y hacer una película normalita, del montón incluso.
El film es una amalgama de tópicos. Sobre la redención (divina y humana), sobre desigualdades sociales, sobre clases y razas (ni el perro se escapa), con moralina chirriante y un pseudo happy end predecible.

En definitiva, un film que si hubiera interpretado un actor desconocido, acorde por otro lado al resto del reparto, habría encajado perfectamente en la parrilla de sobremesa de cualquier cadena.

5/10